Fin de la propiedad privada

Fin de la propiedad privada
La sentencia contra la propiedad está dictada. Con la reforma de la Ley de Tierras las invasiones se multiplicarán y los reclamos lucen improcedentes Se garantiza la permanencia de “campesinos” en las tierras privadas. Dueños de fincas no tienen garantías
Por: Luisa Benavides

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La lucha de miles de dueños de fincas y predios invadidos en los últimos años por recuperar la propiedad sobre sus tierras se aleja cada vez más de obtener un resultado favorable.

Al entrar en vigencia la reformada Ley de Tierras y Desarrollo Agrario prácticamente se desestiman los reclamos de los legítimos propietarios de tierras invadidas, debido a que las acciones de los tribunales agrarios deben estar enmarcadas en el resguardo del socialismo revolucionario (aquel que tanto desprecia la propiedad privada).

El artículo 154 de la normativa establece que en todo estado y grado del proceso, el juez competente para conocer de las acciones agrarias velará, entre otras cosas, por la continuidad de la producción agroalimentaria; la protección del principio socialista según el cual la tierra es para quien la trabaja; la conservación de la infraestructura productiva del Estado; la cesación de actos y hechos que puedan perjudicar el interés social y colectivo.

Con estos lineamientos, el Estado prácticamente lanza su sentencia sobre los reclamos que vayan a ser introducidos en los tribunales agrarios al dictarles a los jueces los criterios que deben tomarse en cuenta al momento de los litigios.

Este desconocimiento de la propiedad privada y de la figura de la tercerización también es validado en el artículo 17 del reglamento agrícola al garantizar la permanencia de los campesinos en las tierras privadas que trabajan, “aun cuando no sean de su propiedad, si dicho trabajo es realizado con ocasión de la constitución de sociedades, contratos de mandato, arrendamiento, comodato, cesión de derechos, medianería, aparcería, usufructo o, en general, cualesquiera formas o negocios jurídicos efectuados con su legítimo propietario, por un período mínimo ininterrumpido de tres años”.

Los invasores han venido actuando a sus anchas y arreciando su anarquía en varios estados de Venezuela desde el 2005, por lo que ahora se prevé que seguirán multiplicándose sus ocupaciones con este nuevo espaldarazo que se les otorga con la reforma de la Ley.

COLECTIVO NO, ÚNICO
Aunque la nueva Ley de Tierras expone la importancia de la propiedad colectiva y se parcializa ante las acciones de las cooperativas y grupos agrarios, los gremios de productores y los partidos de oposición de la Asamblea Nacional han venido denunciando que con esta reforma se pretende “convertir al Estado en el único propietario y eliminar todo vestigio de propiedad privada“, como lo expresó en la primera discusión en la Plenaria el diputado Tomás Sánchez.

Avance | Economía | 25/06/2010 07:13:57 a.m. Tal Cual.

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