La cuesta del 14.

La cuesta del año 14

Julio César Arreaza B

No se trata de la cuesta del mes de enero, que experimentamos cuando nos gastamos las utilidades en el mes de diciembre y no dejamos nada para el año entrante; se nos viene encima un empinado año 14, al arrastrarse  obstinadamente  la inercia de un modelo de gobierno harto fracasado, perverso y contranatural que desdice de la producción, el esfuerzo propio y colectivo bajo una sana competencia. Si observamos el patrón de los jefes del oficialismo, caemos en cuenta que estos parásitos, buenos para nada, se les va la vida en una feria permanente, cocinando bajezas, convocando cadenas, actos, persecuciones y muy poco se les ve trabajar. Malgastan el tiempo valioso que jamás volverá en la maniobra y la mentira, abandonando el trabajo productivo orientado al bien común, que se alcanza fomentando un clima de superación nacional. Maduro estaba súper ponchado y se lanzó violentamente a la repartidera de plasmas, logrando con esta frágil y fugaz medida desesperada parapetarse para evitar salir trasquilado en las elecciones municipales. Pero no podrá remontar la cuesta del año 14, la realidad lo atrapará.

Hay que evaluar el trabajo de la MUD y acometer su necesaria renovación con arreglo a los retos democráticos que tenemos por delante, no estamos hablando de cortar cabezas, simplemente se cumplió una etapa y viene otra más exigente, lo cual demanda prepararse y hacer algunos ajustes. Los alcaldes recién electos airean la política y encarnan una renovación del liderazgo y esto es muy positivo.

Conocí en el medio radial a Ernesto Villegas y me pareció una persona equilibrada y racional, resulta desconcertante verlo aceptando ese premio burocrático de consolación, que lo iguala al mediocre “Protector de Miranda”, y queda así descalificado como político. Hay que saber perder.

María Corina Machado junto a la “Movida Parlamentaria”,  presentó oportunamente a la Asamblea un proyecto de ley innovador, necesario y urgente que busca dar un marco normativo para la defensa de la integridad territorial de Venezuela, de nuestra soberanía, particularmente en la fachada atlántica y en el Esequibo. Este proyecto establece la promoción de la presencia de la venezolanidad en la fachada atlántica y en la zona en reclamación. Resalta el rol constitucional de afirmación soberana de las autoridades civiles y militares de Venezuela. Bravo. Nos sentimos bien representados, lo cual contrasta con el entreguismo del régimen.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

Diario 2001. @JulioCArreaza

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