¡Aquí no hay pa’ nadie! por Francisco J. Quevedo

Francisco J. Quevedo

Fecha: 19/04/2016 – Run runes

A los precios petroleros actuales, el Gobierno solo cuenta, si acaso, con US$ 15,5 millardos en su presupuesto de divisas para 2016. Si quiere preservar las reservas internacionales, para medio sostener el valor de la moneda, y -como ha dicho y hecho hasta ahora- cumplir con sus compromisos de deuda externa, eso no le da un saldo suficiente para importar alimentos y medicinas, y mucho menos tiene para asignarle un dólar al sector privado. Así es que olvidense de “14 motores” porque no hay dólares para arrancar ni uno.

cochinito_quebradoAunque el INE solo publica cifras de importación hasta octubre de 2014, eso es, 18 meses de retraso, proyectándolas, podemos estimar que cerraron aquel año sobre los US$ 38,2 millardos, cifra que ya representaba un frenazo del 33% de los picos alcanzados en años de bonanza petrolera (Ya entonces, los precios del petróleo comenzaban a retroceder, y promediaron US$ 88,42 p/Bbl, 11% menos que en 2013 cuando rondaban US$ 99,49). En 2015, el barril petrolero se desplomó a la mitad, dejándole al país solo US$ 22,8 millardos en divisas. Si sumamos lo que quemaron de las reservas internacionales, podríamos estimar que en efecto eso sirvió para importar unos US$ 26 millardos el año pasado, representando otro frenazo del 33%.

Hoy, con un barril rondando sobre US$ 30, la disponibilidad de divisas no permite pagar deuda e importar a la vez, primero, y luego no habría dinero para las importaciones más esenciales del Estado. Es decir, con un flujo de caja de US$ 15,3 millardos no se pueden pagar entre US$ 10,3 y 16 millardos de capital y servicio de deuda e importar US$ 15,3 millardos, cifra que representa otro recorte más del33%, ya por tercer año consecutivo.

Es cuestión de aritmética, si le quitamos un tercio a los ingresos cada año, al tercer año nos quedamos sin nada, visto de manera sencilla. En efecto, Venezuela necesita por lo menos el doble de lo que se estima recibir para seguir a flote. La Nación está como la cabra que parió tres. Alguien se va a quedar sin comer, aunque paradójicamente, los otros dos cabritos estén también, metafórica, literal y folklóricamente, “mamando”.

¿Y quién paga los platos rotos? Si el Gobierno usa este flujo de caja para pagar la deuda, sin quemar más reservas, no le alcanza el repele para pagar importaciones esenciales, entendiéndose que 28% de lo que entra al país son alimentos y bebidas, y otro 7% son medicinas, sumando no menos de US$ 9 millardos el año pasado. Faltarían al menos US$ 5 millardos para pasar agachados, y eso, a un ritmo que ya viene chucuto. Claramente, el sector privado se va a quedar como el tercer cabrito, por fuera como la guayabera.

Si al Estado le faltan US$ 5 millardos que van a tener que salir de las reservas internacionales o de algún paladín que nos preste, el sector privado sería ingenuo, si espera que le asignen un centavo. Más bien debe recurrir a otras fuentes, o a su propio bolsillo. Por ello el paralelo se mantiene en las nubes y el llamado Dicom se ha convertido en un “crawling peg” que avanza día a día y debe cerrar Abril sobre Bs. 400 por dólar, Mayo sobre 600 y comenzar a canibalizar la tasa de @DolarToday entre Junio y Julio. No hay forma ni manera que este Gobierno agarre lo que cree son “sus reales” para dárselos a los importadores privados. “¡Que traigan sus dólares!” dirán… Pero, si pretende que los traigan o los vendan a tasas oficiales, se van a quedar esperando.

El sector privado no va a traerse sus capitales a Bs. 340 por dólar, ni a 600, y no va a importar un container a tasas paralelas, si lo obligan a marcar el costo de sus importaciones, y por ende, los precios, a la tasa Dicom. Y si no consigue los “cinco millarditos” que le faltan, el Gobierno quemará reservas, las cuales caerían casi un 40%, presionando al alza del cambio implícito, y el paralelo, con graves consecuencias inflacionarias, o simplemente no importará lo que el país requiere en alimentos y medicinas, recortando el suministro de bienes esenciales hasta en 60%, generando así una situación de crisis alimentaria y de la salud innegables.

Por donde quiera que se vea, en lo polìtico y en lo económico, el juego está trancado…

@qppasociados

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