El Referendo contra Maduro depende de 624 electores.

El Calabozo de la Libertad

EL REFERENDO CONTRA  MADURO

DEPENDE DE 624 ELECTORES

Por: Gustavo Azócar Alcalá

Tibisay Lucena y las otras tres rectoras comunistas del CNE están desarrollando un Plan Maquiavélico para evitar que el Referendo Revocatorio se realice este año 2016. Las 4 delincuentes que dirigen el principal ente comicial del país están siguiendo al pie de la letra la maniobra orquestada por Nicolás Maduro y dirigida por Jorge Rodríguez, para echar al cesto de la basura la solicitud formulada por casi 2 millones de venezolanos que busca activar una consulta electoral que permita sacar del poder al peor Presidente que ha tenido Venezuela en los últimos cien años.

Tibisay, quien pasará a la historia y será recordada por todos los venezolanos como la peor Presidenta que ha tenido el CNE en la era democrática, se ha propuesto hacer todo cuanto sea necesario para rechazar una petición que, hoy más que nunca, es un gran clamor nacional, y que constituye, nada más y nada menos, que la única salida pacífica, democrática y constitucional a la grave crisis política, económica y social que vive Venezuela. Cerrar la puerta a un revocatorio es abrir las compuertas a tres escenarios que nadie desea: 1) una explosión social de grandes dimensiones, peor que el caracazo de febrero de 1989; 2) un golpe de estado por parte de militares afectos al régimen, que se harán del poder para impedir que les quiten sus negocios y prebendas y 3) una guerra civil.

Las 4 rectoras comunistas del CNE tienen todo preparado para negar la solicitud de activación de un Referendo Revocatorio contra Nicolás Maduro. Para ello utilizarán un conjunto de normas y procedimientos que no figuran en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pero que han sido aprobadas por el directorio de ese organismo comicial, entre gallos y medianoche, desde el año 2007, para entorpecer y obstaculizar toda iniciativa popular que ponga en peligro la permanencia en el poder de un Jefe de Estado afecto a la revolución.

El artículo 72 de la CRBV es claro, cuando señala que lo único que se necesita para activar un Referendo Revocatorio contra un mandatario en ejercicio es recolectar el 20% de las firmas del total de personas inscritas en el Registro Electoral. Pero en una clara violación a lo establecido en la carta magna, las rectoras aprobaron una norma, según la cual, antes de recolectar ese 20% es necesario constituir una organización de ciudadanos con el 1% del registro electoral, la cual asumirá la responsabilidad de formalizar la solicitud ante el CNE. Esa es la razón por la cual hemos tenido que hacer una recolección inicial del 1% de las firmas para activar el mecanismo.

De acuerdo con el CNE, Venezuela tiene actualmente 19 millones 572 mil 144 electores. Para activar el RR se requieren 195.721 firmas válidas (1%). Los partidos políticos agrupados en la MUD, junto a la Sociedad Civil organizada, recolectaron 1.957.779 firmas. Esa cifra significa diez veces más la cantidad solicitada por el CNE. Algunos piensan que haber consignado casi 2 millones de firmas fue un acto innecesario, porque lo prudente habría sido entregar sólo las rúbricas que hacían falta. Pero como todos sabemos perfectamente que dentro del CNE hay 4 rectoras que hacen de la trampa una forma de vida, fue necesario entregar muchas más de las que se requerían para evitar que las delincuentes del máximo organismo comicial del país invalidaran la mitad de las firmas y echaran al traste la solicitud del revocatorio. El tiempo dio la razón a quienes propusieron recabar tantas firmas como fueran necesarias. Tras la revisión de las planillas, proceso que según la norma debía tardar solamente 5 días, pero en el cual el CNE se tardó 40 días, fueron invalidadas 605.727 firmas y se dieron como válidas 1.352.052 .

Cuando uno revisa las razones por las cuales el CNE invalidó más de medio millón de firmas, encontrará que hay criterios tan disparatados como por ejemplo, el haber firmado en un estado donde el elector no vota. Muchos venezolanos que se encontraban de viaje o de vacaciones, fuera de sus regiones de origen, firmaron las planillas ejerciendo un derecho constitucional establecido en el artículo 72 de la CRBV. La firma de una planilla es sólo una manifestación de voluntad y de adhesión a una solicitud que tiene carácter nacional, no regional, ni municipal, ni parroquial. Cuando el ciudadano firma una planilla para exigir la realización de una consulta electoral nacional, lo puede hacer en cualquier parte del país. El RR es una elección nacional. Usted está firmando para solicitar un revocatorio contra el Presidente de la República, no contra un gobernador o un alcalde. El criterio de impedir que una persona firme una planilla fuera de su estado es una locura, y lo único que buscaba era un motivo y una excusa para invalidar firmas. Dicho en buen criollo: usted puede firmar para pedir un revocatorio contra el Presidente en cualquier parte de Venezuela. Lo que no puede hacer es “votar” fuera de su estado el día de las elecciones.

El plan que tenían las 4 delincuentes que dirigen el CNE era invalidar más de un millón de firmas para superar la hazaña que Jorge Rodríguez y su combo lograron hace 12 años atrás. En el año 2004, cuando se hizo la solicitud para activar un Referendo Revocatorio contra Hugo Chávez, el CNE invalidó el 44% de las rúbricas. Este año apenas llegaron al 34%.

El plan Lucena/Rodríguez cuyo objetivo principal es evitar a toda costa el RR, continuará en las próximas horas, con la puesta en marcha del proceso de “arrepentimiento”, una extraña manera de “invitar” a los ciudadanos que firmaron a que se echen para atrás y retiren sus rúbricas. Esta fase, que tampoco se encuentra establecida en el artículo 72 de la CRBV,  inicia el lunes 13 de junio y se extenderá hasta el viernes 17. Durante 5 días continuos, el PSUV se dedicará a buscar “arrepentidos”. Para ello, por supuesto, ofrecerán neveras, cocinas, televisores, casas, carros, puestos de trabajo, canaimitas y taxis de la misión transporte a quienes quieran borrar su nombre de las planillas que fueron consignadas ante el CNE.

La fase de “arrepentimiento” voluntario, fue inventada por las 4 rectoras del CNE gracias a la Resolución número 070906-2770 publicada en la Gaceta Electoral 405 del 18 de diciembre de 2007, la cual establece normas y procedimientos no previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Esa resolución, fue reinterpretada por las 4 rectoras comunistas del CNE hace apenas unas semanas atrás, lo cual les permitió aprobar una norma ilegal, inconstitucional y descarada, según la cual la solicitud de activación del Referendo Revocatorio debe ser proporcional en todos y cada uno de los 23 estados del país. Eso quiere decir que para que el RR se active y se apruebe la recolección del 20% de firmas previstas en la CRBV, cada estado de Venezuela debe cumplir antes con el 1% que le corresponde. Si uno de los 23 estados no cumple con el 1% que le ha sido asignado, las rectoras del CNE podrían declarar nula la solicitud del RR y mandar pal carajo al millón 352 mil personas cuyas firmas han sido comprobadamente aceptadas por ese organismo.

Para concretar el malévolo plan de impedir el Referendo Revocatorio contra Nicolás Maduro y su ejecución durante este mismo año 2016, las 4 rectoras comunistas del CNE han escogido a dos estados del país: Amazonas y Delta Amacuro. Amazonas tiene 102.558 electores. El 1% requerido en ese estado es 1.026 firmas. Allí se recolectaron 3.877 y fueron invalidadas 1.844. Eso quiere decir, que sólo quedan 2.033 firmas válidas. Si el PSUV logra “arrepentir” a 1.008 personas de ese estado, tendrán la excusa para decir que allí no se cumplió con el 1% establecido y que, por lo tanto, no habrá referendo.

El otro estado es Delta Amacuro que tiene 117.095 electores. El 1% requerido es de 1.171 firmas. Se recolectaron 3.919 rúbricas y fueron invalidadas 2.125. Quedan 1.794 firmas válidas. Si el PSUV logra “arrepentir” con sus ofertas engañosas a 624 electores, el mecanismo de activación del RR quedará sin efecto en ese estado, y las rectoras habrán encontrado la excusa perfecta para decir que no se cumplió con el 1% de firmas en uno de los 23 estados y que por lo tanto, el Referendo Revocatorio no va.

En conclusión, y aunque parezca mentira, el Referendo Revocatorio contra Nicolás Maduro depende en este momento de 624 personas que viven en Delta Amacuro y de 1.008 electores que viven en Amazonas. Casi 2 millones de personas firmaron para activar el RR. Las encuestas dicen que 8 de cada 10 venezolanos quieren que Nicolás Maduro salga de la presidencia de la República. Más de 7 millones de venezolanos votaron en diciembre de 2015 contra Maduro y sus candidatos a diputados de la AN. Hay suficientes votos para revocar a Maduro y a sus 40 ladrones. Pero las 4 rectoras comunistas del CNE no prestaran atención a eso. Ellas se valdrán de 1632 electores que viven en 2 de los estados menos poblados del país para decir que el RR no va y punto.

El país entero ve en el Referendo una salida constitucional, pacífica y democrática para poner fin a la grave crisis política, económica y social que vive Venezuela. Pero Nicolás y las 4 rectoras comunistas del CNE quieren cerrar esa puerta. La MUD y todos los partidos políticos que la integran deben denunciar la maniobra que se está orquestando contra el país desde el interior del CNE. Toda la dirigencia política nacional debe movilizarse cuanto antes hacia los estados Amazonas y Delta Amacuro para impedir que el gobierno logre su cometido. El PSUV ha encontrado en Amazonas las condiciones políticas perfectas para echar por la borda los planes de cambio que reclama el país. Ya lo hicieron una vez, cuando desproclamaron a 3 diputados electos de la MUD en ese estado, para quitarle las 3 cuartas partes a la mayoría de la MUD en la AN. Ahora quieren hacerlo de nuevo para impedir la realización del Referendo Revocatorio. En nuestras manos está impedirlo.

SC. 12 de junio de 2016

GUSTAVO AZOCAR ALCALA

Magister en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica

The George Washington University, EEUU

Profesor Asociado Universidad de los Andes/Venezuela

 

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