La bajadita de Tazón

La bajadita de Tazón

Julio César Arreaza B

Un fracaso visible de este régimen bribón es el franco deterioro de la infraestructura.

A pesar del chorro de dólares continuo de los últimos 15 años, ha sido incapaz de mantener lo que recibió y ni siquiera aportar una sola obra significativa. Puentes desplomados, huecos por doquier, vialidad derruida y oscura, tráfico infernal, apagones a diario, manejo delincuencial de los espacios atrozmente intervenidos, mejor dicho invadidos, son situaciones de un largo etcétera.

Refiriéndonos a Caracas, el horrendo modelaje del régimen ha prendido y los caraqueños, lejos de reaccionar en defensa de su urbe, perdimos el cordial talante y nos transformamos en abusadores irascibles incumplidores de las normas.

Señalamos el exabrupto que representa en los hechos, la continuación de la Autopista Regional del Centro, por la entrada o desvío hacia Hoyo de la Puerta, Monte Elena, El Placer, Los Guayabitos, Oripoto, Baruta, La Trinidad. Por esa angosta vialidad interna municipal de sólo dos canales, uno bajando y otro subiendo, circula el transporte pesado repleto de mercancías. En vez de seguir por la bajada de tazón se meten por esa especie de “bajadita de tazón”. Y las autoridades nacionales con competencia en la materia consienten la anomalía.

Por la carretera Baruta- Hoyo de la Puerta, ruedan increíblemente 15 mil vehículos diariamente, lo cual afecta la llegada y salida de los vecinos, y de los estudiantes, trabajadores y profesores de la Universidad Simón Bolívar. Un completo caos.

El régimen cerró el peaje cercano a Tazón, en lugar de utilizarlo para el necesario control de carga. Acabó por decreto con los horarios restringidos del paso de camiones, con la excusa de la propagandeada Misión Vivienda y el abastecimiento. En 15 años el régimen ha podido dejarle a la capital, las circunvalaciones o anillos perimetrales, que evitaría que el tránsito de esa carga pesada atraviese la ciudad por las vías residenciales.

Construyeron edificaciones multifamiliares en la Limonera, sobre tierras movedizas, y autorizaron dos concreteras. La Limonera suma a la vialidad raquítica dos mil usuarios adicionales, más los llamados “trompos” pesados que circulan y contaminan a toda hora. A la altura de Monterrey tenemos ahora un monumental pozo séptico, que despide una fetidez insoportable.

En Hoyo de la Puerta funciona el botadero de escombros de la misión vivienda. El sureste pasará factura el 8- D.

@JulioCArreaza

 

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