Con la mentira se puede ir muy lejos pero sin volver. En todos estos días, el Ministro Ramírez (el hombre de los vuelos al Mundial de Fútbol) ha manifestado, para justificar el alza del precio de este combustible, frases rimbombantes como: "con el costo de la gasolina nos estamos quemando el futuro"
BELTRÁN VALLEJO
Con la mentira se puede ir muy lejos pero sin volver. Este título es un proverbio judío, y cabe como anillo al dedo en lo que viene planteando el gobierno nacional sobre el aumento del precio de la gasolina, tema expresado, primero de manera sibilina, y ahora gritado a los cuatro vientos, por la alta jerarquía gubernamental.
En todos estos días, el Ministro Ramírez (el hombre de los vuelos al Mundial de Fútbol) ha manifestado, para justificar el alza del precio de este combustible, frases rimbombantes como: "con el costo de la gasolina nos estamos quemando el futuro"; cuando escucho esto, inmediatamente me voy al pasado, por allá por el año 1989, cuando toda la clase política de izquierda perfiló de inmediato que el detonante de los saqueos del 27 de febrero fue el aumento de la gasolina; hoy vemos, 25 años después, un psicodélico cambio de opinión en varios de esos carajos que ayer quemaron el país por esta medida "neoliberal y fondomonetarista".
¿Es que entonces esos líderes bolcheviques del "sacudón" diseñaron en aquella época una gran mentira y nunca pensaron que iban ellos mismos a desenmascarar esa falsa? ¿Vuelven ellos a jugar con el país? El mismo Ramírez manifestó, al respecto del precio actual del combustible, que "…no tiene sentido para el país.
Ahí perdemos 12 mil millones de dólares al año"; me detengo sobre esta expresión y me pregunto, ¿no será que este señor, cuando dice esto, está haciendo lo mejor que sabe hacer: mentir? ¿Cómo debe sentirse el Comandante "eterno" y "supremo", en aquella dimensión divina en que está, al escuchar a sus "hijos" justificando lo que activó el estallido social, que a su vez lo motivó a él y a sus conmilitones a arreciar la conspiradera en los cuarteles y constituir esa logia fascista denominada MBR-200?
Hoy vemos al Gobierno Nacional impúdicamente desnudo en su justificación tecnocrática y socarrona en torno al aumento del precio del combustible, de la misma manera como Carlos Andrés Pérez intentó explicar la medida, de la misma forma como Miguel "paquetico" Rodríguez intentó argumentarla, mientras estallaban las vidrieras de los supermercados, hace 25 años, y más groseros se ven cuando dicen que abrirán un debate al respecto, pero ya se aprecia que lo niegan, armándose de una ametralladora de descalificación para aquellos que estén en contra de esa posibilidad.
¿Cómo me llamarán, si me opongo al aumento?; ¿me llamarán neoliberal? Yo creo que esta es una decisión ya tomada por el gobierno, y lo de abrir la discusión es una de sus tantas "gilipolladas", como dirían los españoles, y de plano ratifico que este incremento tendrá calamitosas consecuencias para el bolsillo de los venezolanos, porque todo lo que se vende en este país se mueve sobre ruedas, todo lo que consumimos anda en camiones y gandolas, y entonces ahí viene otro golpe inflacionario. ¿Es que también aquí los "pendejos" tendremos que pagar el desguace de una PDVSA quebrada por la corrupción, el enmafiado y la irresponsabilidad tarambana de la "boliburguesía"?
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