Día de los muertos

Día de los Muertos

SOBRE LA MARCHA
Por ELIDES J. ROJAS L.

02.11.2013, 01:42 PM, El Universal

No vamos a referirnos al héroe de la revolución mediática por una sencilla razón. Según Maduro, los demás próceres y los militares, no murió y está vivo. Así que vamos a dedicar este espacio a otros muertos que sí están bien muertos y sin ninguna posibilidad de vivir. Ni siquiera en el discurso o en canciones.

El primer muerto que recibirá merecido homenaje hoy es el afamado bolívar fuerte, hijo directo del sistema de propaganda cubano y de las triquiñuelas de Chávez para maquillar realidades y engañar hasta el gato. Murió el bolívar pre Chávez, también partió adelante el bolívar fuerte. A este sí es verdad que lo mataron. Si nombran una comisión seria encontraría a los culpables del crimen todavía viviéndose a los venezolanos en los puestos de más poder y privilegios. De 500 bolívares viejos por dólar, que más o menos valía cuando llegó Chávez al poder, entre el propio Chávez y Maduro lo llevaron a 6.300 bolívares por dólares calculándolo bajo la antigua denominación y a unas  50.000 chapitas por dólar si se le echa número con respecto al innombrable. Buen trabajo hizo la dupla de padre e hijo bajo las riendas de los criminales del Caribe, los hermanitos Castro. Así que paz a los restos del bolívar fuerte. Se murió. No vive.

Otro cadáver de relevancia es el salario de los venezolanos. Muerto y bien muerto lo dejaron los castrocomunistas coberos. Una cebolla 70 bolívares, un aguacate 55, un kilo de harina comprado donde sí hay, a los buhoneros, 40. Transporte, unos 800 al mes. Carne, pollo y algunas verduras y se acabó lo que se daba. Ese salario mínimo es una burla de los coberos rojos. El gobierno calcula el salario mínimo sobre la base del dólar oficial de 6,3; redondeado a 3.000 puede estar cerca de los 480 dólares. Pero hay un detalle. Es falso, pues ese dólar no existe. Ningún trabajador puede ir al banco a cambiar su salario mínimo por dólares. Si lo hace debe ir al mercado cochino, donde los allegados a PDVSA y BCV se han hecho multimillonarios, y ahí la cosa se pone fea, pues su flamante salario mínimo no llega a 11 dólares, lo que equivale a una hamburguesa y un jugo en el imperio. Así que clínicamente el salario mínimo está declarado muerto. Descanse en paz, caballerito.

Pero ahora es que hay muertos en esta revolución pirata. La Gasoducto del Sur. Las refinerías ofrecidas por el mundo por el finado. El Plan de Reconstrucción de Vargas. La Autopista Regional del Centro, se quedó en los años 50. La avenida Fuerzas Armadas de Caracas. La asesinaron sin chance de defenderse. La Ley de Tránsito la mataron a punta de motorizados anarquizados. Jorge Rodríguez y Freddy Bernal envenenaron a Caracas. Las empresas de Guayana, más muertas no pueden estar. Una parejita de revolucionarios duros destruyó el sector cementero sin contemplaciones. La red de hospitales públicos quedó para ponerle coronas de flores los domingos. Los méritos y la formación como elementos clave para elegir o designar para cargos públicos. Muertos muerticos.
El futuro de los venezolanos. En pleno velorio.
Twitter: @ejrl

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